Doi Angkang es una localidad que se ha mantenido sin variación durante siglos, debido al estilo de vida de las tribus locales.

Ankang, es un sitio perfecto para relajarse, por sus espectaculares paisajes, la ubicación de montaña, el clima fresco y las temperaturas, que en invierno llegan a cero, atrayendo aún más visitantes de los que se puedan imaginar.

Todavía hay muy pocos centros turísticos y casas de huéspedes en Doi Angkang, sin contar con un hotel cinco estrellas, y si todo está lleno, la alternativa es llevar una carpa y acampar durante la noche.

Antes de llegar a Angkang, hay un cartel que indica el camino a una aldea china, que antes era un campamento del ejército Kumingtang, que ayudo a Tailandia cuando el país estaba bajo el control de Birmania. En ese lugar se puede pasar tranquilamente toda la noche, aprovechar de comer comida china y disfrutar del ambiente típico.

En medio del montañoso paisaje, hay una Estación de Investigación, la cual tiene por objetivo investigar las variedades agrícolas que involucran a las plantas con flores, a los árboles frutales, las hortalizas y otras especies más. En este centro se han desarrollado una gran variedad de productos comercializables, como por ejemplo, las frambuesas y frutillas, los melocotones y las manzanas.

Por la zona de Angkang pululan más de 1.000 especies de aves, muchas de las cuales son raras de encontrar en el mundo, mientras otras están en peligro de extinción. Un buen lugar para observar estas aves es en la Estacion Forestal de Mae Phur.

Hay zonas de Angkang con cascadas y cuevas, todo un paisaje por descubrir en medio de bosques naturales casi vírgenes.

Fotos: flickr