Con el actual desarrollo económico que ha alcanzado Tailandia, la masificación de la educación de alto nivel, el aumento de los viajes al extranjero y los mayores ingresos, no es raro ver que ha nacido un nuevo grupo de enófilos en el país.
Hace unos cinco años atrás, ver establecimientos con variedades de vinos a buen precio era algo casi ausente, debido a los altos aranceles de importación, que hacían que en el país, solo unos pocos adinerados, expatriados y residentes pudieran acceder a los vinos caros.
Con el mayor acceso a los buenos vinos, en los últimos tres años, han aflorado bares y restaurantes, que ofrecen algo más que etiquetas de marca. El vino nunca antes había sido más accesible para los tailandeses como ahora, lo que es bueno también para todos los viajeros.
En el boulevard Thonglo, en Bangkok, hay un bar donde se sirve varios vinos por copa y 60 variedades más en botella. Aunque los tailandeses están bebiendo cada vez mas vino, todavía no lo asocian con la comida, así que es más común ver jóvenes bebiendo vino los fines de semana, además de tipos expatriados. Todos los fines de semana hay además, un DJ que comienza su show a las diez de la noche.
En el restaurante-bar diVino, que abrió el 2011, se ofrece la selección más grande de vinos italianos. Hay una carta de vinos por copa y botellas, pero lo interesante de este lugar, es que el chef asesora a los clientes para elegir su vino. Como son pocas mesas, y el trato se enfoca en ser muy personalizado, hacer reservas para ir a comer y beber a este restaurante es esencial.
El propietario del Sip Wine Bar, abrió sus puertas hace unos quince meses, y asegura que los tailandeses, como no saben de vinos, se avergüenzan de pedir, entonces, él se da el trabajo de educarlos para que sepan que vino les viene mejor con cada comida o ocasión.
Vía/ Nytimes