tailand.jpg

Los diarios de viaje siempre son emocionantes, y lo digo porque un mismo lugar puede ser descrito de mil formas distintas, y ninguna puede guardar semejanza alguna, si son escritas por personas distintas.

Según dicen, Bangkok es como el rock and roll, mientras el norte es como el blues, relajado y auténtico.
Nuestro viajero nos relata su experiencia en el afamado Triángulo de Oro de Tailandia. La historia podría tener su inicio en el aeropuerto (lo que no deja de ser interesante de conocer, ya que en el camino ve algo de festivales), pero la iniciaremos desde cuando despierta en el Four Seasons Chiang Mai, donde lo primero que ve frente a sí, son los pájaros y el agua cayendo por delante de su galería privada frente al Lago. Ahí mismo, un par de invitados madrugadores se abren como flor de loto en una sesión de yoga que se da en un pabellón flotante.

2.jpg

Tailandia del norte es ahora de muy fácil acceso, y ofrece al país experiencias únicas, íntimas y autenticas. Por esta zona se encuentra el Río Mekong, además de existir fabulosos hoteles.

El viajero prosigue su día con un curso de cocina tailandesa, donde se habla de los productos locales más desconcertantes. En el curso, se dan a conocer los ingredientes que componen una de las cocinas más grandes del mundo, donde se machacan hierbas exóticas y especias con un mortero.

31.jpg

Sólo 20 minutos más tarde, se obtiene una ensalada de carne picante, con rodajas de fideos y curry. Este es un plato típico del norte de Tailandia, y es mucho más emocionante de lo que parece.

Durante el día se realiza una sesión de masaje tailandés en el salón de masaje tailandés Lila, donde los masajistas son ex reclusos de la prisión de Chang Mai. En este lugar se rehabilitan los presos, dándosele empleo a unas 25 personas.

Los paseos en elefante son cosa de todos los días en Tailandia. Desde el balcón se puede ver una columna ordenada de elefantes que partirán por el monte hasta el río Ruak para lavarse del polvo de la jornada.

4.jpg

En el Triángulo de Oro es la única zona donde los dos ríos, el Mekong y el Laos, además de 3 paises, se encuentran.

Hace 50 años atrás, Tailandia era una tierra exótica, y hoy, como se ha vuelto un destino de moda, ha perdido algo de encanto y tradición. Pero la zona del Triangulo de Oro, que a menudo es ignorado por los agentes de viaje, es una zona del país que conserva intactas sus tradiciones.

Durante siglos, el Triángulo de Oro fue un misterio inaccesible para los barcos, donde solo los elefantes podían atravesar la densidad de la jungla. Por entre medio de las cosechas se dio en entorno perfecto para alimentar el trafico de drogas.

Las tribus locales, hasta tiempos mas recientes, se dedicaban a actividades que han sido destruidas con el actual proyecto real, como la plantación de campos de amapolas, frutas, verduras, cacucho, café y té.

Mientras los ex convictos eran rehabilitados, las tribus locales recibían nuevos medios de subsistencia. El museo ofrece ahora la educación esencial para los escolares en materia de adicción a las drogas.

Desde el Anantara Resort Golden Triangle, se puede ver el Laos y Birmania, mientras las terrazas del Four Seasons dan hacia el paisaje verde.

Caminando de regreso al museo de la localidad, hay que tener cuidado con los conductores de elefantes. Hay tres formas diferentes de montarlos y desmontarlos, y unas cuantas palabras esenciales para que obedezcan.

El Anantara es un hotel sumamente elegante, del que es casi imposible salir. Durante la última noche, vemos un sinfín de velas flotantes y lámparas de fuego flotantes que se elevan hacia el cielo. La aventura, ha terminado.

Vía/ Dailymail

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.