Ya se puede ir a Tailandia con tranquilidad, porque el país levanto las restricciones para viajar, ahora que ya se recupera de las graves inundaciones que ha dejado tras de sí, más de 500 muertos.
Los que tengan planes de ir a Bangkok, tienen que tener cuidado de los restos de agua que han quedado de a inundación, la que se extiende desde los suburbios hasta el mismo centro de la ciudad.
Como era de esperarse, el desabastecimiento es algo más complicado de recuperar, y todavía hay escasez de agua potable y embotellada, al igual que los alimentos enlatados, y los medios de transporte están interrumpidos.
El aeropuerto de Bangkok está operando sólo con vuelos domésticos, y esta aún cerrado para otro tipo de vuelos. Todo esto es porque aún hay mucha agua atravesando Bangkok, también al este, oeste de la ciudad, y hasta en el Golfo de Tailandia.
El agua de las inundaciones está siendo contenida por una serie de barreras, diques y canales que han ido inundando los barrios periféricos hacia el norte, este, oeste y centro de Bangkok.
Por lo que se dice, hay lugares que no se han visto para nada afectados, mientras otros, como el Safari World, el parque de diversiones Mundo de los Sueños y una serie de centros comerciales, están temporalmente cerrados.
A los únicos lugares que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha sugerido no ir, a menos que sea algo muy importante y esencial, es a la zona del templo Preah Vihear, en la frontera de Tailandia/Camboya, debido a los recientes brotes de lucha, a las provincias de Pattani, Yala, Narathiwat y Songkhla, en la frontera ente Tailandia y Malasia, por los disturbios políticos.
Vía/ Telegraph