Aunque a muchos les parezca increíble, el turismo, especialmente el masivo, puede llegar a ser muy destructivo para el medio ambiente, así como para las comunidades locales, cosa que solo con una buena gestión se puede revertir por parte de las empresas. Los operadores de turismo pueden dar trabajo, dejar de tirar basura y ayudar a preservar la cultura original del destino turístico, tal como lo demuestra el último proyecto que se ha iniciado en Tailandia.

Un número creciente de personas y empresas son muy conscientes de los efectos que tienen los viajeros sobre el medio ambiente. El turismo ecológico es una de las formas de intentar revertir esta tendencia, ayudando al medio ambiente a la situación de pobreza en la que se encuentran muchos destinos.

Un agente de viajes ubicado en Bangkok, Khiri Viajes, ha comprado 1.000 bolsas de algodón lavable a máquina, que fueron hechas por personas con discapacidad, principalmente niños, y fueron compradas con el fin de limitar el número de bolsas desechables que botan las visitas en cada destino visitado.

Las bolsas desechables generan un problema real para el medio ambiente, ya que se contaminan ríos, mares, calles y parques. A menudo las bolsas son muy peligrosas, ya que los animales se confunden con ellas, creyendo que son alimentos.

Mediante la compra y distribución de las bolsas de la agencia de viaje, se ayuda al medio ambiente y a personas con discapacidad. Las empresas así muestran su responsabilidad social. El turismo masivo, lamentablemente, destruye, erosiona la tierra, ensucia y genera un impacto negativo en la población local, sobre todo cuando se trata de gente indígena, ya que llegan a invadir un territorio, a sacar fotos donde nadie las quiere en el lugar de destino.

Foto: flickr