En un histórico estudio financiado por el Gobierno de Estados Unidos, se realizó un experimento para probar la vacuna contra el SIDA en Tailandia, mostrando que la vacuna podía reducir el riesgo de infección en un 31,2 % entre los 16.402 voluntarios que fueron evaluados por tres años.

Llevar adelante este experimento fue muy difícil, principalmente por la oposición que experimento el Gobierno estadounidense ya que gastaría más de 100 millones de dólares en financiar este proyecto, que hoy ha visto la luz con buenos resultados.

Esta vacuna experimental fue desarrollada a partir de otros productos que fallaron, tales como la vacuna para la viruela aviar de Sanofi-Pasteur ALVAC y AIDSVAX, creada por una empresa de San Francisco llamada VaxGen y hoy propiedad de la entidad benéfica Soluciones Globales para las Enfermedades Infecciosas.

Por los mismos fracasos que se vivieron anteriormente al evaluarse vacunas contra este es que los más importantes científicos estadounidenses. Pero todo esto siguió adelante a pesar de las críticas debido a la escalada que presenta el virus.
El estudio, en total costó 105 millones de dólares y fue financiado por el Gobierno de Estados Unidos, pudiéndose demostrar con esto que la vacuna reducía el riesgo de infección en un 31,2% entre los 16.402 voluntarios, que condujeron este ensayo de manera impecable.

Tailandia necesitaba de esto, y según mi parecer, junto al desarrollo turístico que ha tenido en los últimos años, se debe poder dar por sentado que también se desarrollaran economías oscuras, como la del sexo que de hecho es la que ha metido en estos graves problemas a Tailandia.

El problema no es nuevo, ya que se arrastra desde hace a lo menos 2 décadas, y creo que las campañas, sumadas a investigaciones como estas, van juntas de la mano y son un gran aporte para todo el mundo, ya que la epidemia se expande sin piedad por todos los continentes sin distinción, así que Tailandia haya sido la carne de cañón o el conejillo de indias me parece notable.

Vía: Reuters, Foto: flickr