Simon Burrowes, es un turista británico que fue multado con 500 bath luego de que presuntamente tratara groseramente a un funcionario del aeropuerto de Phuket.

En el tribunal de Phuket, tenía la opción de declararse no culpable y quedar prisionero, o declararse culpable y optar a la libertad, cosa que tuvo que hacer el turista afectado para recuperar su libertad bajo fianza luego de pasar tres semanas privado de libertad.

El problema se gestó cuando el turista le respondió al funcionario del aeropuerto que no tenía visado porque no le habían concedido la prórroga del que ya llevaba antes. Ahora se está viendo la posibilidad de entregarle a este turista una visa apropiada para su estadía.

Casos como este hacen reflexionar acerca de lo burocrático que es un sistema de visado, que debería en estricto rigor ser un trámite simple y expedito para cualquier turista, y no por el hecho de tener la visa vencida por algunos días, tener que pasar obligadamente por la prisión como le sucedió a este viajero.

Con este antecedente obviamente es como para irse con cuidado a Tailandia, y obviamente esto también le hace un flaco favor al turismo local, que anualmente recibe millones de visitantes extranjeros y gracias a lo cual el país tiene una fuente de ingresos muy importante, cosa que con mayor razón debiera hacer al turista sus trámites más expeditos, porque a este personaje le negaron renovar la visa y necesitaba quedarse unos días más en el país, entonces en esa situación sin alternativas más que regresar a su país de origen para sacar un papel es realmente terrorífico pensar que pasará si a otro viajero se le presenta una emergencia en Tailandia.

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